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En Green to Green creemos que es importante cuidar a nuestro planeta. Creemos que todas nuestras acciones tienen consecuencias y por lo mismo es necesario conocer los distintos términos que manejamos cuando apuntamos a un negocio sustentable. Esto nos ayudará a luego hacernos cargo de nuestros residuos y ser responsables con el medio ambiente.
Compostar significa transformar materia orgánica, como restos de comida y plantas, en compost, que es un abono natural rico en nutrientes. Este proceso se logra al permitir que los desechos se descompongan de forma controlada, generando un fertilizante ecológico y útil para enriquecer el suelo y ayudar a las plantas a crecer. ¡Es súper importante! De hecho, alrededor del 50% de la basura que generamos en casa es materia orgánica, así que al compostar ayudamos a reducir residuos y a darle nueva vida a lo que tiramos cada día. Al compostar, deshacemos el envase y lo devolvemos a la tierra. Por ejemplo, hay envases compostables, que están señalados como compostables en casa. Si al terminar tu café en uno de esos envases, pones tierra y unas semillas, puedes enterrarlo y el vaso con el tiempo se va a deshacer. Otros elementos están señalados como compostables de forma industrial, para esto es necesario separar estos productos y llevarlos a plantas especializadas para este proceso. Todos los productos de Green To Green están certificados como compostables.
Reciclar es darle una segunda vida a los materiales que ya no necesitamos, como el plástico, el papel, el vidrio y el metal. En lugar de tirarlos a la basura, los llevamos a lugares donde pueden transformarlos en algo nuevo y útil. Es una forma sencilla de cuidar el planeta, ya que ayuda a reducir la cantidad de desechos y a conservar recursos naturales. ¡Reciclar es una manera de ser amigables con el medio ambiente y hacer nuestra parte para mantener el mundo más limpio!
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¿Cuando podemos reutilizar? ¡Siempre! Quienes primero nos enseñaron esto fueron nuestras mamás cuando convertían nuestras poperas viejas en pañitos o cuando usamos los frascos de yogurt para crear almácigos. Esos son los ejemplos más comunes de reutilizar. Esto también nos permite reducir la basura y los desechos que creamos. Al reutilizar podemos aprovechar en una segunda oportunidad nuestros objetos.
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